25 diciembre 2014

Campamento a remolque

Siendo que los niños crecen, así como también la cantidad de equipo a llevar (en contra de todo el esfuerzo por minimizarlo de tamaño), y en contraposición el coche se niega a aumentar de volumen por el momento; decidimos hacernos de un trailer (alias remolque, batán, cachapé, perrita, carrito?).

Si bien después de practicar unas horas al Tetris, en el auto cabían todos los bártulos; esto significaba sacrificar comodidad interior para el viaje, como así también un concienzudo amarre de cosas en el portaequipajes en el techo a la hora de partir. Además en el caso de paradas intermedias, el solo hecho de necesitar de algún objeto momentaneamente, requería desmantelar gran parte del trabajo de guardado. Otras de las causas en la elección se debió en que si en algún momento hubiese que realizar una retirada de emergencia, se pudiera desarmar y guardar todo con rapidez.


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